¡Buenas mi gente caliente! Espero que estén genial y que hayan conseguido descansar unos días esta Semana Santa. Yo estoy contentísima porque se acerca por fin el buen tiempo, dejamos atrás los abrigos y los primeros rayos de sol empiezan a calentar nuestra piel. Seguramente hemos desempolvado los bikinis y bañadores en esta pasada semana y claro, después de tanto tiempo calentitos en nuestra ropa de invierno seguramente hemos descuidado todas esas partes del cuerpo que no se nos veían, ¿eh? Así que vamos con unos consejos para ponernos a punto en todos los sentidos ¡y lucir con alegría y salero nuestras prendas primaverales!
- Exfolia bien toda la piel del cuerpo y de la cara. Una buena exfoliación, al menos una vez a la semana, nos ayuda a mantener nuestra piel luminosa y suave, ya que se lleva todas las células muertas que le dan peor aspecto. Esto aplica tanto en cara como en cuerpo, así que si no tienes buenos productos para ello no dudes en pasarte por nuestro centro comercial y hacerte con un exfoliante corporal y otro para el rostro (ni se te ocurra usar el mismo). Después de la ducha, con el cuerpo húmedo, coge producto con las manos y restriégate bien por todo ese cuerpo serrano, especialmente zonas rugosas como codos, rodillas, axilas, etc. Después aclara con agua y sécate, ¡verás qué maravilla de suavidad!. Con el rostro, lo mismo, pero mejor hacerlo por la noche porque la piel se va a quedar más sensible. Para la piel de la cara tienes opción de hacer una exfoliación física, que es con granulitos que arrastran la suciedad de la piel; o química, que es a través de diferentes ácidos como el glicólico o el salicílico dependiendo de tu tipo de piel. Consulta siempre a alguien experto para que te aconseje qué opción es mejor.
- Renueva todos los protectores solares. Eso de reutilizar el bote de protector solar del año pasado que tiene hasta arena en la tapa… ¡ni se te ocurra! Los protectores solares pierden su eficacia de un año para otro, y más cuando han estado varios meses expuestos a altas temperaturas, así que date un paseo por el pasillo de SPF que cada vez hay más opciones de texturas, olores y por supuesto, precios, pero siempre ve bien protegido del sol.
- Hidrátate. Tanto por dentro como por fuera, no olvides que una buena hidratación es la base de la salud y de la belleza. Bebe toda el agua que tu cuerpo te pida, aproximadamente se recomienda un litro y medio al día cómo mínimo, y contando también los líquidos que contienen los alimentos, por supuesto, aunque esto dependerá de cada persona y su estilo de vida, pero ¡no pases sed! Y tu piel tampoco debe pasarla, así que después de cada ducha dedícate un rato a aplicarte crema hidratante tanto en el cuerpo como una específica para el rostro, y no me pongas excusas de falta de tiempo que ahora hay hasta cremas para ponértelas directamente en la ducha sin esfuerzo, ya verás que los beneficios se empiezan a notar enseguida.
- Arréglate los pies. Los grandes olvidados de nuestro cuerpo; llevan meses encerrados en calcetines y zapatos y ahora cuando has ido a ponerte las cholas… ¡tenías los talones que parecían un desierto! Y de las uñas ni hablamos. Parece que solo nos acordamos de ellos cuando toca enseñarlos, así que este año empieza a cuidártelos un poquito antes. Estos pobres aguantan todo el peso de nuestro cuerpo y todo el tute diario y se merecen que les demos un poquito de amor, ¿no crees? Prueba los calcetines exfoliantes que venden en Primor, ¡vas a alucinar!
Calcetines exfoliantes.
- Cuida tu alimentación. Nada se refleja más en nuestra piel que una buena alimentación, saludable y equilibrada. Pero especialmente si queremos lograr un bronceado gradual y bonito de aquí al verano y no achicharrarnos directamente en verano, lo mejor es no ir con prisas e ir preparándonos ya, desde dentro, para que el sol nos broncee mejor. Añade betacarotenos a tu dieta, que no solamente mejoran el aspecto de la piel sino que potencian el bronceado, y están presentes sobre todo en las zanahorias y la calabaza. Toma también más verduras de hoja verde como las espinacas y el brócoli, o el calabacín y los espárragos, y aumenta el consumo de frutas como el albaricoque o el melón, que son ricos en este ingrediente.
Espero que con estos consejos te animes a irte preparando para el buen tiempo con una buena sonrisa y con la mejor de las actitudes. ¡Hasta la próxima semana!